En Venezuela cigarrillos de contrabando se venden sin tapujos

Ante la subida reiterada en los precios de las marcas de cigarrillos tradicionales en Venezuela, el mercado de contrabando se ha incrementado, pues las cajas de 20 unidades de estos, se consiguen por la mitad de lo que cuesta la caja de Consul, Belmont, Lucky, Marlboro, Astor u otras.

Se trata de cigarrillos con el nombre Marine, Pacific, Ibiza o Rumba, comercializadas más que todo por buhoneros o por bodegas clandestinas. Se sabe que estas marcas provienen de Paraguay, aunque la cajetilla no lo especifica, entran por la Guajira venezolana y de allí se comercializa en todo el territorio nacional.

Los buhoneros venden a 50 bolívares al detal y la caja a 700 bolívares. Braulio Aguirre, vendedor ambulante, dice que el cigarrillo se vende bien dado los altos precios que hay que pagar por los nacionales, aunque hay mucha gente que los ve con recelo por el bajo costo. “Yo los fumo delante de la gente para que sientan que el humo no difiere del que ellos están acostumbrados a consumir y así los convenzo de probarlos”, dice.

Las cosas cambian cuando haces preguntas más profundas. Inmediatamente entran en desconfianza y  piensan que eres un infiltrado del gobierno, pues los manteleros están claros que estos productos que venden no cuentan con el permiso correspondiente para la venta en Venezuela.

Conseguir los cigarrillos de estas marcas no es nada difícil. En cualquier lugar del centro de Caracas los hay a granel, al igual como los buhoneros cada día son más y más. Es de costumbre que quienes venden estos cigarrillos, tengan también Belmont y Consul al detal y su puesto de trabajo incluye llamadas telefónicas a todas las operadoras: Movilnet, Digitel y Movistar.

Con hacer un breve recorrido por la web, en Mercado Libre se comercializan los cigarros Marine y Rumba sin tapujos, sin nadie que los fiscalice. También se hace por carretera en camiones de carga mediana que, a veces, son decomisados por la Guardia Nacional. Por supuesto, los niveles de ganancia son bastante grandes para los contrabandistas y las pérdidas para el fisco venezolano son también considerables.

Este negocio está instaurado en la frontera con Colombia y no es nada nuevo que estos cigarrillos se venden sin estupor por todas las calles de Caracas y el resto del país. ¿Mirada cómplice?, pronto lo sabremos.