Un
nutrido grupo de venezolanos radicados en Lima, Perú, organizaron para las 7:00
de la noche del 1S una vigilia frente a la Embajada de Venezuela en ese país
que fue saboteada por enviados peruanos liderados por Verónica Mendoza,
congresista de la nación Inca por el Frente Amplio, donde gritaron consignas a
favor del Gobierno y descalificaron la acción de los compatriotas que sólo
querían rezar y encender unas velas por la paz en nuestro país.
Según
explica Deibizon Albornoz, exiliado político que hoy vive en Lima y participante en la actividad, los peruanos que sabotearon la vigilia fueron
pagados por la Embajada venezolana en ese país, misión que encabeza Diego Molero.
Albornoz
indicó que los peruanos que impidieron la cadena de oraciones, incluso se
burlaban de los venezolanos mostrando papel higiénico y gritaban los
descalificativos y consignas propias de los chavistas. Inmediatamente, lo que iba a ser
un acto religioso, se convirtió en protesta. Los venezolanos congregados frente
a la Embajada de nuestro país en Perú, hicieron pancartas improvisadas, con lo que
tenían a mano, para expresar su malestar.
“Una
vez más queda demostrado cómo se malgasta el dinero venezolano, pagando a
personas de otras nacionalidades para que amedrenten a un pueblo que, aunque
estemos lejos, vivimos a diario las penuarias que pasan nuestras familias por
la grave crisis que atraviesa el país. Queremos cambio, pero en paz”, dijo
Albornoz quien en Venezuela fue activista de Primero Justicia en el municipio
San Diego del estado Carabobo y que hoy se encuentra en Perú por el asedio que
sufrió por parte del Gobernador de su entidad, Francisco Ameliach.
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