Caracas, (28/7/2016)-El
pequeño actor de la famosa película, La vida es bella, Giorgio Cantarini, está muy cambiado el
día de hoy a sus 24 años. Ya han transcurrido 19 años del estreno del filme que conmovió
al mundo entero y que ganó un Oscar como Mejor Película Extranjera.
Cuando
el niño protagonizó la película tenía 5 años de edad, e interpretó la tragedia
de un infante de padres judíos perseguidos por fascistas y que, a lo largo de
la trama, permaneció encerrado en un campo de concentración en Alemania junto a
su padre y a su madre. Su padre, lo interpretó Roberto Benigni, quiense encargó
de hacer de esos momentos traumáticos una especie de juego para su hijo, lo
cual lo ayudó a sobrevivir a los días espeluznantes que ahí transcurrían, cuyo
premio final serían un tanque de guerra, que tanto añoraba su hijo.
Cantarini
hoy es todo un hombre y ha sufrido una gran metamorfosis, en el bien sentido de
la palabra. Sigue viviendo en Italia, aunque comparte sus días también en en
Estados unidos.
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