19/10/16

Los mendigos de Venezuela se volvieron exigentes y agresivos

Desde hace ya un buen tiempo, la mendicidad se ha incrementado de manera exponencial. No hay local, restaurante, panadería o centro comercial donde no se acerquen a pedir algo de dinero o comida.

Hoy, en una pollera, me pasó algo particular, un mendigo me conmovió con su discurso y opté por darle algo de dinero aprovechando que había cobrado. Saqué de mi bolsillo 100 bolívares y se los di, incluso con cariño. El susodicho los agarró, me vio despectivamente y me escupió. Sí, como leen, me escupió. Mi reacción natural fue querer golpearlo, pero me armé de paciencia.

Me dijo lo siguiente: "¿Qué te crees tú, que con 100 bolos se come? Con esto no me como ni un caramelo. No me insultes con este mierda maldita rata".

Yo me quedé perplejo. El desquiciado se fue y yo me quedé con mi gran escupitajo en la franela. Quien me atendió en la pollera, lo regañó y me comentó que era mejor ni voltear a verlos. Me explicó que él quería era que le diera de mi pollo para comer y que siempre pasa lo mismo en ese reconocido local. Los corren y vuelven a buscar su próxima víctima aprovechando el descuido de los vigilantes de la entrada.

Yo me pregunto: ¿Dónde diablos está la Misión Negra Hipólita que se encarga de atender a l gente en situación de calle? Otro fiasco burocrático más de la revolución que no hace nd por él pueblo. Por ahora, me voy a bañar.

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